Por: Alicia Bárcena,
Secretaria Ejecutiva,
Comisión Economica Para America Latina y El Caribe (CEPAL)
El Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, que se reunirá por segunda vez del 18 al 20 de abril en Santiago, Chile, es fruto del liderazgo y compromiso político de los países de la región con la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esta plataforma multiactor, que en su primera edición realizada en 2017 en Ciudad de México reunió a cerca de 800 latinoamericanos y caribeños representantes de gobiernos, sociedad civil y sector privado, es la expresión regional de seguimiento e implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y de la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre el Financiamiento para el Desarrollo.
La Agenda 2030, aprobada en septiembre de 2015 por los 193 países representados en la Asamblea General de las Naciones Unidas, surgió de un debate amplio y en un contexto de multilateralismo democrático como respuesta de la comunidad internacional a los profundos desequilibrios económicos, sociales y ambientales imperantes. Se trata de una hoja de ruta amplia y ambiciosa que constituye un avance político y conceptual respecto de la agenda previa definida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Además de contar con una legitimidad sin precedentes, reconoce a la igualdad y la sostenibilidad como principios rectores, compartidos y universales, y exige para su implementación la construcción de nuevas alianzas, más solidarias y equitativas.
El Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible es un espacio de diálogo en el que los países de nuestra región comparten los avances, oportunidades y retos que enfrentan para la implementación de estas muy ambiciosas agendas multilaterales. Es un espacio integrador en el que participan los gobiernos junto a todos los actores de la sociedad formando alianzas para buscar soluciones a retos comunes en ámbitos que abarcan temas sociales, medioambientales y económicos. El Foro es, en suma, un espacio que permite a la región hablar con voz propia en el debate global sobre la implementación de la Agenda 2030.
La segunda reunión del Foro buscará consolidar los espacios ganados en la primera, al fomentar el diálogo, la cooperación y la colaboración entre los países de América Latina y el Caribe, y resaltar- orgullosamente sea dicho-, los progresos, el compromiso, y liderazgo de la región con el desarrollo sostenible en los debates globales. Porque hay que destacar que de 33 países que componen la región, 19 habrán presentado sus Informes Nacionales Voluntarios sobre su progreso hacia el cumplimiento de esta ambiciosa agenda al 2018 y algunos lo harán por segunda vez.
Sin embargo, para cumplir con la Agenda 2030, se requiere ir más allá de la suma de los esfuerzos nacionales. Ningún país podrá alcanzar su cumplimiento sin los aportes de todos los actores, y ningún país lo logrará de manera aislada. El papel de plataformas multilaterales regionales y globales como el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible es entonces esencial para atender los desafíos que van más allá de las fronteras como el impacto del cambio climático, los flujos ilícitos y la migración, y para afianzar las alianzas necesarias para resolverlos.
América Latina y el Caribe está jugando un papel sumamente relevante en este ejercicio colectivo global para alcanzar los 17 ODS, que demandan romper con los esquemas económicos, productivos y sociales del pasado. Es una región que, en su conjunto y a través de los esfuerzos soberanos de cada nación, está creando soluciones innovadoras, identificando desigualdades dentro de sus territorios y dentro de los grupos sociales que los habitan, y convocando consultas sin precedentes con la población, incluyendo a jóvenes, niñas y niños, para preguntarles cuál es “el futuro que queremos”.
Durante la segunda reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible estos actores y estas conversaciones encontrarán un espacio abierto, dispuesto y colaborativo, que sin duda resultará en un valioso aporte de nuestra región a este enorme reto global que plantea la Agenda 2030: un mundo más digno, más justo, más sano, y más igual, en el que nadie se quede atrás.