La política comercial de Estados Unidos, convertida en guerra comercial por el alza de los aranceles a varios países, se perfila como uno de los mayores “riesgos geopolíticos” de cara a 2019 para los ratings soberanos, según se desprende de un informe de la agencia de calificación crediticia Moody’s publicado este martes.
“La fuente de riesgo geopolítico de mayor alcance y más potente en 2019 será la política comercial de Estados Unidos”, ha especificado la firma.
“Esto va mas allá del efecto directo de los aranceles en los flujos comerciales, incluyendo las transmisiones a través de las cadenas de suministro globales”, ha explicado el vicepresidente y analista de crédito de Moody’s William Foster, quien ha añadido que las consecuencias indirectas afectan a la confianza de los inversores, a los flujos de capitales y al crecimiento.
A nivel general, la agencia de calificación ha asegurado que la perspectiva para las economías avanzadas del G-20 es que crezcan un 1.9% de media en 2019, frente al 2.3% de 2018. De su lado, las economías emergentes seguirán la misma tendencia de ralentización, pese a crecer a un mayor ritmo. Así, las economías en desarrollo del G-20 crecerán de media un 4.6% en 2019, cuatro décimas menos que en 2018.
El informe de Moody’s señala que los riesgos geopolíticos a nivel doméstico se sitúan, principalmente, en Reino Unido, por su salida de la Unión Europea, y en Italia, por su política fiscal.
“Los términos y la forma finales del Brexit todavía son desconocidos”, ha apostillado Foster. Aunque Moody’s asegura que su escenario base sigue siendo que ambas partes lograrán cerrar un acuerdo, la posibilidad de que se produzca una salida desordenada de Reino Unido del bloque comunitario “ha crecido de forma material”.
La mayoría de las consecuencias económicas tendrán lugar en Reino Unido, aunque Moody’s ha alertado de que Irlanda, Países Bajos, Chipre y Malta también son economías expuestas a una posible “recesión” en Londres.
Con respecto a Italia, la firma de calificación ha advertido de que la “expansión fiscal” y la derogación de algunos aspectos de anteriores reformas de las pensiones “podría socavar” la confianza externa en la “capacidad” del Gobierno italiano de mejorar la productividad, la competitividad y el crecimiento.
“Más allá de las implicaciones de la política fiscal emergente para el perfil crediticio de Italia, el desafío a las reglas de supervisión introducidas en la eurozona durante la crisis (el Pacto de Estabilidad y Crecimiento) pone de relieve, otra vez, las muy limitadas medidas que se tomaron para abordar los problemas subyacentes que la crisis dejó al descubierto”, ha concluido el analista de Moody’s.
Con respecto al resto de mercados, la firma ha explicado que su principal estimación es que la esperada ralentización del crecimiento global será “gradual”, así como que será “mitigada” por la recuperación de los países emergentes, como Turquía, Brasil y Argentina.
No obstante, Moody’s ha alertado de que está “aumentando” el riesgo de que se produzca una corrección más fuerte de lo esperado y dichos mercados continúen la tendencia a la baja observada en 2018, sobre todo por “presiones externas” como el aumento de los precios del crudo o la contracción de los flujos de capitales.