Los líderes de la Unión Europea (UE) pedirán a China mayor apertura comercial en una cumbre en Pekín marcada por la presión de Donald Trump al gigante asiático en forma de aranceles a sus exportaciones.
La vigésima cumbre anual China-UE está marcada por cuestiones comerciales, tanto en el ámbito bilateral como global.
En las últimas semanas, China ha intentado seducir a la UE para formar un frente común frente a la guerra comercial lanzada por el presidente estadounidense, Donald Trump, pero los europeos se han resistido a estos cantos de sirena, ya que mantienen viejas disputas con Pekín en las que sí esperan avances en esta ocasión.
El tono constructivo de esta cumbre ha estado definido por la reciente reunión en Berlín entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro chino, Li Keqian, y la visita a Pekín hace tres semanas de Jyrki Katainen, comisario europeo de Crecimiento, Inversión y Competitividad.
Los europeos insisten en que China acelere la apertura de su mercado a sus exportaciones, pero también que permita más acceso a las empresas extranjeras a los sectores de la economía china hasta ahora vedados por Pekín.
China ha abierto recientemente su mercado a la carne de vacuno de Francia e Irlanda, y ha anunciado una reducción de los sectores restringidos a la inversión o actividad de firmas foráneas, pero la UE insistirá en que dé nuevos pasos en la misma dirección.
Además, ambas partes avanzarán en las discusiones para un acuerdo sobre protección de denominaciones geográficas de productos agropecuarios, que se espera cerrar para finales de año, y progresar en la negociación de un acuerdo bilateral de inversiones, según han indicado versas fuentes comunitarias.
En cuanto al comercio global, la Unión Europea (también afectada y amenazada por aranceles de EEUU) ha rechazado formar un bloque con China en contra de Washington, aunque coincide con el gigante asiático en mantener el actual sistema multilateral y evitar medidas unilaterales y proteccionistas.
Sin embargo, Bruselas y Pekín han acordado crear un grupo de trabajo en la Organización Mundial de Comercio (OMC) para discutir una reforma y evitar las causas de los actuales desequilibrios.
Esta será la vigésima cumbre China-UE, y en las últimas dos ediciones las fuertes diferencias entre ambas partes impidieron acordar una declaración conjunta, aunque este año el tono de las discusiones previas es más positivo y se da por hecho que habrá un documento.
Fuera de cuestiones comerciales, el Gobierno de Pekín aceptó esta semana dejar salir del país con destino a Alemania a Liu Xia, poetisa y viuda del Nobel de la Paz Liu Xiaobo, fallecido el año pasado bajo custodia de las autoridades a consecuencia de un cáncer.
Liu Xia llevaba ocho años bajo arresto domiciliario sin haber estado acusada de ningún delito, y su salida hacia Europa fue paralela a la celebración de un nuevo diálogo anual entre la UE y China sobre derechos humanos.