Exportaciones dominicanas pierden espacio en la conformación del PIB

Exportaciones dominicanas pierden espacio en la conformación del PIB

Las exportaciones dominicanas, consideradas pilares para el desarrollo económico, por ser una fuente importante en la generación de divisas y una de las principales actividades generadoras de empleos formales, han perdido espacio en la formación del producto interno bruto (PIB).

El Decreto 437-17, que declara el 2018 como el Año Nacional de Fomento de las Exportaciones, en su artículo 2 y de manera implícita, admite que el país carece de una cultura exportadora. La decisión del Poder Ejecutivo se tomó en un contexto en que el sector exportador ocupa una menor ponderación en el PIB, según lo establece un estudio del Ministerio Industria, Comercio y Mipymes (MICM), firmado por Juan Tomás Monegro Díaz, viceministro de Desarrollo Industrial, y Miguel Iván Palmers González, especialista sectorial.

El estudio del MICM, titulado “Dime qué produces, y cómo, y te diré si vendes”, coincide con una investigación y análisis del Centro de Estudios Económicos y Sociales P. José Luis Alemán, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), auspiciado por la Cámara Americana de Comercio (Amcham-DR), que alerta sobre la necesidad de tomar acciones para revertir lo que ha venido sucediendo en las últimas décadas.

La investigación de PUCMM fue tomada como referencia por elDinero para una serie de reportajes sobre los efectos que ha tenido en las exportaciones dominicanas el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, República Dominicana y Centroamérica (DR-Cafta).

La preocupación del Estado respecto a la caída de la ponderación del sector exportador en la formación del PIB es admitida por el estudio del MICM. Monegro Díaz y Palmers González analizan que a principios de los 90 (1993), por cada US$100 generados en la formación del PIB se exportaban alrededor de US$25.00, mientras que en 2016 el monto bajó a US$14.00, es decir, una reducción neta de US$11.00, equivalente a un 44%.

Estos datos, según el estudio de este ministerio, establecen que se ha dado una tendencia sostenida de pérdida de peso de las exportaciones en la formación del PIB.

“El desempeño exportador constituye un elemento de crucial importancia en una economía como la dominicana: de mercado pequeño y abierta. Las exportaciones son soporte del equilibrio de las cuentas externas; generan empleos vía la demanda de factores de producción de bienes exportables, elevan el ingreso nacional y amplían el potencial de crecimiento económico sostenido y sostenible en el tiempo”, sostienen en el análisis.

El Decreto 437-17 insta a todas las instituciones públicas y privadas a colaborar con el MICM, el Centro de Exportación e Inversión (CEI-RD) y los consejos Nacional de Competitividad y Nacional de Zonas Francas de Exportación para promover el sector exportador y “el establecimiento de una cultura exportadora, en consonancia con el mandato de la Ley 1-12, que establece la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030”.

Buenas notas
Monegro Díaz y Palmers afirman que hay notas positivas que contar sobre el desarrollo del comercio externo en República Dominicana relativas a la mejora de la posición competitiva desde los 90 a esta fecha. También, consideran, hay otras menos auspiciosas que influyen negativamente en el resultado exportador y en la sostenibilidad del crecimiento en el medio y largo plazos.

Los elementos positivos son, entre otros, I) el aumento nada despreciable del número de productos transados, asociado a la apertura comercial, lo que ha permitido diversificar el destino de nuestras exportaciones, así como una ampliación de la cesta de bienes exportados. Este punto fue tocado por Yahaira Sosa, viceministra de Comercio Exterior, en una entrevista concedida a elDinero a propósito de los trabajos publicados con referencia a lo mal que le ha ido el país en este renglón luego de la implementación del DR-Cafta.

Otros aspectos positivos son la disminución del índice de concentración comercial y la mejora en diversificación de la oferta, evidenciando una sustancial convergencia de la estructura comercial dominicana con la del resto del mundo. Además, destacan como avance una reducción de la dualidad entre los sectores productivos de zonas francas y la industria nacional.

Sin embargo, reconocen que entre los elementos menos favorables del desempeño exportador en el período analizado se destacan I) la pérdida de 11 puntos porcentuales en la participación de las exportaciones totales de bienes respecto al PIB; II) dinámica de compensación o tendencia a “suma cero” entre las exportaciones de zonas francas y las exportaciones nacionales respecto a su participación en el PIB; III) disminución de 20 puntos porcentuales, del coeficiente de apertura comercial; y IV) la disminución de 18 puntos porcentuales en la tasa de cobertura de las exportaciones dominicanas de bienes.

Para comprender el desempeño de los indicadores, dicen, no debe perderse de vista la característica del crecimiento registrado en los últimos 25 años, que ha sido eminentemente un crecimiento “hacia adentro”, basado en actividades económicas no transables, principalmente del sector servicios, como son: comercio, turismo (hoteles, bares y restaurantes), servicios financieros, transporte y almacenamiento, y otras actividades de servicios de mercado.

Los funcionarios de Industria y Comercio destacan que el sector de los no transables ha sido determinante en la dinámica de crecimiento, mientras que perdieron terreno los bienes transables. En este sentido, observan que el crecimiento, en mayor medida, no fue hacia fuera. “Y esto tiene número. Cerca de dos terceras partes del crecimiento económico de los últimos 25 años ha estado explicado por actividades económicas del sector servicios, con poca vocación exportadora, y en algunos casos demandante de bienes importados”, sostienen.

Aunque no admiten si el contexto que describen es producto de lo débil que ha sido el Estado en apoyar e impulsar políticas que mejoren la competitividad del sector privado, sí afirman que en República Dominicana sólo un tercio de la incidencia en el crecimiento se puede atribuir al sector industrial, en donde la mayor ponderación se les imputa a las actividades de construcción y, en menor medida, a la manufactura local.

Esto sugiere, según Monegro Díaz y Palmers González, que hay espacios u oportunidades aprovechables para empujar el crecimiento “hacia fuera” basado en políticas públicas que impulsen la capacidad exportadora de la industria nacional. Esto es, afirman, políticas que induzcan cambios en el tejido productivo, favorecedoras de la agregación de valor en la producción de las empresas industriales y que sea una producción más y mejor articulada a las cadenas globales de valor.

A su modo de ver, sugieren la implementación de una producción más cualificada y con vocación a ser comercializada en los mercados internacionales. A ellos les llama la atención la baja incidencia, casi marginal, del sector agropecuario en el crecimiento, que se explica, en mayor medida, por la pérdida de participación del sector en la formación del PIB. Observan que a principios de los 90, era 50%, mientras que a 2016 apenas llegó al 6%. “En todo caso, muy por debajo de su influencia de décadas previas, como en los 70. Esto, no obstante que somos una economía con una alta vocación de producción agrícola y pecuaria, dada la dotación de recursos y la calidad de las áreas cultivables”, apuntan los funcionarios del MICM.

Monegro Díaz y Palmers González afirman que sus hallazgos sugieren que, en efecto, en la agropecuaria y en la agroindustria hay espacios o potencial productivo baldíos que invitan la atención de las políticas públicas, y que tienen mucha capacidad para potenciar el desempeño exportador.

“La industrialización es uno de los medios más expeditos para lograr prosperidad y una sociedad más inclusiva”, afirmó Monegro Díaz en abril pasado ante ejecutivos de la Asociación de Industrias (AIRD), a propósito de anunciar el Tercer Congreso de la Industria celebrado en junio.

Por supuesto, según consta en el análisis del MICM, también debería ser foco privilegiado de la atención de la institucionalidad política, es decir, las entidades que tienen como encargo sustantivo la formulación de las políticas públicas de desarrollo productivo.

Considera que el sector agropecuario es o puede ser el eslabón troncal de un encadenamiento industrial, “hacia delante” y “hacia atrás”, que conlleva mayor agregación de valor a la producción que se genera a lo interno de sus actividades, potenciando así una mayor inserción en las cadenas globales.

Reprimarización
El estudio “Dime qué produces, y cómo, y te diré si vendes” señala que la pérdida de participación de las exportaciones en el PIB es atribuible, principalmente, al fenómeno que puede conceptualizarse como “reprimarización de las exportaciones”.

Esta reprimarización, consideran Juan Tomás Monegro Díaz y Miguel Iván Palmers González, se expresa en términos de que, en los últimos años, las exportaciones primarias duplicaron su relación con el PIB, representando al 2016 alrededor de 43% del total. Al mismo tiempo, identifican que las exportaciones de manufacturas perdieron en el mismo lapso alrededor de 22 puntos porcentuales, significando en la actualidad alrededor de 57%.

ProDominicana
En agosto de 2017, hace justamente un año, el Gobierno creó ProDominicana como marca y mecanismo para promover la exportación e inversión en República Dominicana. Lo hizo previo a la declaratoria de 2018 como el Año del Fomento de las Exportaciones, según lo consigna el decreto 437-17.

Con la decisión, el Gobierno apuesta a las exportaciones como fundamento del crecimiento económico del país. La iniciativa permite aprovechar el potencial para incrementar el flujo de divisas y creación de nuevos empleos. Asimismo, contribuir al desarrollo integral del país.

Según el Centro de Exportación e Inversión (CEI-RD), el Gobierno promueve iniciativas para incrementar exportaciones en consonancia con la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, que insta a aumentar las exportaciones y a atraer más inversión extranjera.

ProDominicana ha sido promovido como marca y marco para fomentar la exportación, mientras que el CEI-RD ha sido designado como responsable de la iniciativa. La entidad habrá de dar a conocer el Plan Nacional del Fomento de Exportaciones y la Estrategia Nacional de Promoción de Inversiones.