El comercio mundial crecerá este año un 2.4%, pero ante la “profunda incertidumbre” derivada de aspectos económicos y políticos a nivel global, esta estimación se sitúa dentro de una horquilla que va desde el 1.8% al 3.6%, indicó este miércoles la OMC en su informe anual de perspectivas y estadísticas.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha revisado en sus estadísticas y perspectivas comerciales esta horquilla desde el 1.8% y el 3.1% augurado en su último cálculo de septiembre pasado.
Para el año próximo la entidad dirigida por Roberto Azevêdo prevé un crecimiento del comercio mundial de entre el 2.1% y el 4%.
Las previsiones de la OMC apuntan a una recuperación del comercio a partir de los “exiguos resultados” de 2016, cuando el intercambio de mercancías y servicios solo creció un 1.3% pese a que la OMC había augurado aún en septiembre un avance del 1.7%.
La desaceleración en las economías emergentes contribuyó en gran medida a la debilidad del crecimiento comercial en 2016.
El comercio solo repuntará en los dos próximos años si la economía se recupera según lo previsto -con una aceleración del producto interior bruto (PIB) del 2.7% en 2017 y del 2.8% el año próximo- y si los gobiernos aplican una combinación adecuada de políticas, advierte la OMC.
“En general, aunque hay razones para un optimismo cauteloso, el crecimiento del comercio mundial permanece frágil y existen riesgos considerables a la baja”, recalcó en rueda de prensa Azevêdo.
“Mucha de la incertidumbre es política”, añadió el director general de la OMC, quien apuntó a factores como elecciones, volatilidad en mercados financieros e interrogantes sobre futuras políticas comerciales, fiscales y monetarias.
Los indicadores de la OMC predicen un crecimiento más pujante del comercio mundial en el primer semestre de 2017, pero la institución advierte de que las “perturbaciones relacionadas con las políticas podrían fácilmente debilitar las recientes tendencias positivas”.
La organización considera que un repunte imprevisto de la inflación podría obligar a los bancos centrales a endurecer la política monetaria más rápidamente de lo que desearían, lo que reduciría el crecimiento económico y el comercio a corto plazo.
También pueden influir la incertidumbre causada por la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y la posibilidad de un aumento de las políticas comerciales restrictivas -como las anunciadas por EEUU-, que podrían afectar a la demanda y a la inversión y reducir el crecimiento económico a medio o largo plazo.
Por ello existe un “riesgo considerable” de que en 2017 el crecimiento del comercio se sitúe en el extremo inferior de la horquilla, indica la OMC.
“Lo que necesitamos es estabilidad, predictibilidad”, destacó el director general de la OMC.
Azevêdo recalcó que el comercio puede fortalecer el crecimiento mundial si la circulación de bienes y servicios se mantiene sin trabas y los políticos no tratan de “hacer frente a las pérdidas de puestos de trabajo en sus respectivos países mediante la imposición de rigurosas restricciones a la importación”.
En realidad, dijo, en torno al 80% de los puestos de trabajo perdidos en el sector manufacturero “son imputables a la innovación, la automatización y las nuevas tecnologías”.
Preguntado por la nueva estrategia comercial más aislacionista y proteccionista anunciada por el presidente estadounidense, Donald Trump, basada primeramente en la defensa de los intereses del país y de su sector manufacturero, Azevêdo pidió de nuevo “esperar”.
Primero el nominado de la Casa Blanca para encabezar la oficina de Comercio Exterior de EEUU, Robert Lighthizer, debe ser confirmado por el Congreso y después habrá que ver si la política comercial anunciada por Trump “se materializa realmente”, sostuvo.
“El diablo está en los detalles” recalcó, y reiteró que unas declaraciones generales “no nos dicen cuál es la política comercial real ni el impacto que tendrá en las relaciones comerciales”.
El director general de la OMC reiteró que en general la “incertidumbre es mala”, también en relación al “brexit” (salida del Reino Unido de la UE).
Sostuvo al respecto que cuantas menos turbulencias se produzcan en el proceso de divorcio entre el Reino Unido y la UE y en la definición de la futura relación comercial de Londres con sus socios internacionales, “mejor para la economía global”.
La OMC, prometió, hará todo lo posible para hacer este proceso menos turbulento.
Azevêdo no quiso comentar las próximas elecciones en Francia, pero en términos más genéricos dijo que es importante “superar los ciclos electorales, sobre todo en las grandes economías, para tener una visión más clara de lo que va a ocurrir.