Por: Lic. Félix Santana García
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com
Mientras pasan velozmente los días, meses y la vida misma de los humanos el tema de las monedas virtuales se pone más en boga pues no hay un momento en que los medios de comunicación, los mercados financieros y el ciudadano común hablen sobre el tema de las llamadas criptomonedas muy especialmente del Bitcoin como si se tratara de una epidemia o pandemia.
A la tendencia ascendente del valor de la indicada moneda virtual muchos ya la comparan con la época de la fiebre del oro donde no había una persona que se interesara por conseguir una pepita de oro para atesorarla o comercializarla.
Fueron muchas personas que perdieron la vida detrás de conseguir una pepita u onza de oro ya que esa era la moda e interés del momento. Como se lee en la historia de las distintas áreas del conocimiento humano cada estadio trae sus características y el hombre como un ser dinámico o cambiante, inquieto y amante de los cambios en busca de la perfección y la novedad que coadyuven a evitar hacer monótona su existencia en la faz de la tierra.
No obstante a esa inquietud y vocación por los cambios que por naturaleza caracteriza a la especie humana, y como nada en la vida se desarrolla de forma uniforme, y las etapas en la que se desenvuelve el hombre siempre conservan rasgos de los modos de producción de los vividos anteriormente, así hay personas que se oponen a los cambios.
Cambios que a muchos les atemorizan pero por dialéctica la naturaleza es cambiante ya que nada se queda estático por lo que todo evoluciona siempre para bien de los seres vivos.
Relatos de los ascendientes de la presente generación y las historias escritas los más visionarios del pasado sostenían que el ser humano volaría por los aires y que lo haría a través de aparatos de metal que surcarían el espacio aéreo y sideral, que se dejaría de usar el intercambio de un bien por otro llamado trueque y que se utilizaría el oro como medio de cambio.
Y también con el paso del tiempo se utilizaría el dinero plástico, pero nada de esto era creíble en esos momentos y la vida misma se ha encargado de darles respuesta a los incrédulos de esas épocas que hoy ya no existen.
Con la capacidad que Dios, Todopoderoso, le ha concedido a las criaturas humanas estas han logrado lo indecible pues hoy la comunicación y la información son más fluidas haciendo al mundo un verdadero vecindario sin fronteras.
Siguiendo con la tendencia hacia el porvenir y de que nada se queda igual o nada es estático hoy toma cuerpo el tema de las monedas virtuales.
Es sorprendente que lo que se inició como un simple juego hoy el tópico de las criptomonedas esté ocupando las principales páginas de los medios de comunicación escritos y aún más que muchas personas dedicadas a quehaceres alejadas de los cambios económicos y financieros ahora se interesen por ser parte de la historia monetaria sumándose a los adquirientes de las monedas virtuales.
Al extremo de que están invirtiendo en Bitcoin no obstante de que el sistema que le sustenta no este supervisado o controlado por una autoridad monetaria que vele celosamente por la disminución de su volatilidad o riesgo.
Y a pesar de que profesionales autorizados de la talla de economistas que han obtenidos premios nobel en dicha rama del saber humano, así como bancos centrales que no creen en la viabilidad del uso de dichas monedas y que algunos la catalogan de locura, hoy el Bitcoin sigue imponiéndose al extremo de que esta moneda virtual hoy se cotiza la unidad en unos 11 mil euros y se estima que para el año 2022 esta alcanzará el valor de 25,000 o 30,000 euros la unidad.
La cantidad en existencia del Bitcoin es de 21 millones de unidades y ya se han extraídos 16.7 millones de unidades. Se afirma que se negocian 25 Bitcoins por minutos. Ya quedan pocas y la especulación se agiganta.
Se habla de que lo que verdaderamente tiene mérito no es la moneda virtual Bitcoin, entre otras monedas virtuales, sino su plataforma conocida como el blockchain que evita que las mismas se dupliquen y que las operaciones realizadas utilizando como medio de pago estas monedas sean hackeadas.
Hay muchas ideas encontradas sobre las monedas virtuales Bitcoin, Ethereum, entre otras, pero de que se están convirtiendo en una realidad es una realidad y lo grande que la bolsa de Chicago, Amazon y algunos bancos centrales ya las consideran para lanzar operaciones oficiales con dichas monedas, realmente un boom real o simplemente una burbuja que con el tiempo desaparecerá.
La verdad es que al ser humano le gusta lo prohibido, muestra de ello es la acogida que tiene el tener amores escondidos, le gusta el riesgo, le gusta el juego, le gusta lo no regulado, le gusta lo que no ofrece restricción, le gusta lo ilegal, lo no supervisado, de ahí el gran apogeo que va alcanzado el uso de las monedas virtuales, especialmente el Bitcoin.
Hoy lo que se oponen a su uso mañana serán los primeros en negociar con ellas. Se sabe que hay mucho por recorrer para el uso de estas monedas virtuales de forma generalizada pero no cuesta nada el ir preparándose porque de que se está introduciendo se está introduciendo.
De manera que no cuesta nada el vigilar de cerca el uso de estas monedas y sus tendencias a imponerse en el mundo de los negocios. Hay muchos dominicanos que ya sopesan la idea de invertir en Bitcoin y en otros casos ya han invertido para que no los agarren asando batatas.
Además, se estila en finanzas que una forma de disminuir el riesgo económico-financiero es saber diversificarlo mediante la inversión en diferentes instrumentos financieros o cartera de inversiones, en ese sentido se aconseja que no está de más que se vayan comprando algunos Bitcoins a pesar de su volatilidad antes de que estos se coticen a más de 15 mil euros la unidad.
El Bitcoin hoy es un juego muy costoso que mañana tendrá que abaratarse a medida que aumenta la cantidad en circulación pero hay que ser previsor y sortear el riesgo siendo comedido o conservador en asuntos financieros.