Por: Dr. Js. Gilberto Concepcion Garcia
jconcepcion@claro.net.do
Exclusivo para, y publicado originalmente en, la
Revista “El Mundo de los Negocios”, y desde ya en
varios de los demás Multimedios de The Ballester Group.
Haciendo un recuento histórico podríamos indicar que tres números son los más utilizados para diseñar o enunciar cualquier teoría. Nos referimos al tres, al cuatro y al cinco. En el año 1996 cuando iniciábamos el proceso de usar este medio como educación científica para nuestro país escribimos el artículo 5-4=3, buscando la trilogía. Desde los escritos de Eugenio María de Hostos y de Moscoso Puello en Cartas a Evelina mostraban la incidencia del tres en la cultura dominicana. Hemos estado ligados a estos tres números en la mayoría de nuestras publicaciones.
En esta oportunidad queremos señalar algunos fenómenos que nos muestran que el cuatro puede considerarse como el número clave en el pensamiento científico ya que es con el que se puede explicar más fenómenos apegados a la simetría. Empecemos por el momento inicial en la historia del universo, el Big Bang. Todo se inicia con la aparición de la partícula Divina. Esta partícula se caracteriza por ser la materia más pequeña conocida con peso y que no tiene simetría. Empieza la danza y estas partículas empiezan a unirse y al pesar más, empiezan a girar de forma imaginaria para nosotros hacia la derecha o hacia la izquierda. Este concepto la ciencia lo acuña como simetría. Se forman los quarks que a su vez con aumento en tamaño forma los protones y neutrones y los leptons que forman los electrones. De la unión de estos se forman los átomos, siendo el primero el Hidrogeno. En este momento se inicia la importancia del cuatro.
En la física química de las partículas hay una definición de la rotación de estas partículas asignándole el signo positivo o negativo. Si nos vamos al concepto más conocido de números binarios que usa la computadora podemos usar 0 y 1. Estos dos números pueden dar cuatro combinaciones 00, 01, 11 y 10. Para pasar de un estado a otro solo puede haber un cambio de una unidad, lo que se denomina transiciones permitidas o de mayor probabilidad y cuando es de dos transiciones, no permitidas o de menor probabilidad. Esta condición permite que se formen átomos más grandes que el Hidrogeno como son el Nitrógeno, el Carbono y el Oxígeno y por supuesto los demás elementos de lo que se denomina la tabla periódica. En el 2004 publicamos el concepto bpqd en el artículo El cambio dinámicamente simétrico para explicar este ejemplo de una letra con cuatro configuraciones.
No es hasta transcurrido cerca de 500 millones de años del Big Bang que se forma la primera molécula, la del Hidrogeno y con esta el segundo suceso de mayor importancia en el desarrollo del Universo, la luz. Esta está asociada a los cambios en simetría antes mencionados en la molécula de Hidrogeno. El cuatro está detrás de todo esto. Con la luz podemos incidir que es el comienzo de del inicio de la vida. Se forman moléculas sencillas a base de Carbono, Oxigeno, Nitrógeno e Hidrogeno. Los cuatro elementos de mayor importancia que forman el trazado de la química orgánica que junto al agua forman una sopa de moléculas que dan inicio a los aminos ácidos que luego forman las proteínas. De ahí salen las células, las bacterias hasta llegar a los organismos con vida más avanzados. Una lombriz y un ser humano tienen las mismas proteínas. Lo que nos diferencia es el número de moléculas que tenemos que si multiplicamos por 10 no cabrían en una línea de esta página. Cuatro moléculas tienen mayor importancia el Hidrogeno, el Agua, el Butadieno y el Benceno. El Modelo que explica los niveles de energía de estas moléculas está basado en cuatro estados.
De aquí podemos pasar a los neurotransmisores que son básicamente moléculas derivadas del Benceno y como consecuencia sus cuatro niveles de energía juegan un papel de importancia en nuestra manera de pensar. Lo mismo podemos asociar a la calidad, la gerencia, el liderazgo, los procesos dinámicos del cambio de; sólido, líquido, gas y plasma o tierra, agua, aire y fuego. Lo importante no es el estado, sino como hacemos los cambios y la simetría asociada al cuatro puede explicar todos los modelos que queramos desarrollar ya sea en la ciencia, en la gerencia, en el liderazgo, en la calidad en la economía y cualquier otra actividad. En nuestra próxima entrega veremos esto funcionando.
Jesús Gilberto Concepción García.
Químico Físico, Profesor Emérito Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Doctor en Filosofía de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Rio Piedras. Post doctorado de la Universidad de Syracuse, New York y entrenamiento en medio ambiente y desarrollo industrial de la Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill. Es Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana y ha recibido múltiples reconocimientos a nivel nacional e internacional. En la actualidad permanece como profesor investigador en la UNPHU donde estudia la mecánica cuántica aplicada a la neurociencia. Fue el consultor principal en el desarrollo inicial de los Premios a la Calidad del sector privado y público. Es el Director Global de la División de Desarrollo Humano y Liderazgo de la Sociedad Americana para la Calidad. Ha publicado en las áreas de química física, liderazgo, gerencia, desarrollo humano y neurociencia con más de 200 publicaciones. Sus publicaciones indexadas tienen un índice H de 7 y 150 citas. De acuerdo a Reseach Gate una de sus últimas publicaciones tiene más de 20 mil lecturas. Tiene dos libros publicados y dos patentes.