Por: Lic. Félix Santana García
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com
Tal como se rumoraba recientemente que el Federal Reserve Bank New York (Fed) o Banco Central de los Estados Unidos subiría nueva vez la tasa de interés ante las expectativas de aumento de la tasa de inflación por encima de su meta la cual al mes de mayo alcanzaba ya el 2.8%, así ha sucedido
No es un secreto para nadie que el costo del dinero juega un papel primordial en el desarrollo de las distintas actividades comerciales, financieras e industriales que se originan y desarrollan en los distintos sectores de la economía de la República Dominicana.
No hay una actividad humana que esté exenta del uso del dinero y su costo, lo que obliga necesariamente a desarrollar una cultura que lleve al conocimiento de los agentes económicos y público en general la importancia que tiene el mantener la estabilidad en la economía.
De ahí que no hay forma de mantener la estabilidad macroeconómica de un país si la política monetaria no se mantiene controlada de parte de las autoridades monetarias y financieras de la nación.
Se haría cuesta arriba poder desarrollar un proyecto económico-financiero o personal si no se dispone de estabilidad en el precio del dinero.
Son muchas las iniciativas empresariales que han colapsado en el tiempo por el hecho de que el costo del capital se mantiene en una carrera creciente o en condiciones erráticas o cambiantes.
Es por ello que la banca central, entidad rectora de la política monetaria, cambiaria y crediticia de un país, se emplea a fondo para mantener estable el índice de precio al consumidor porque de este depende la estabilidad macroeconomía de una nación.
Es lógico que la banca central a través de su herramienta de mercado abierto, flexibilice y/o restrinja el uso del dinero mediante el aumento de la tasa de política monetaria o de referencia, aumento o disminución del encaje legal, intervención del mercado de divisas, emisión de certificados, notas y letras financieras con el propósito de acentuar el interés en mantener la estabilidad macroeconómica.
En ese sentido, la Fed vigilante de la situación económica de los Estados Unidos y el mundo registra una mejoría significativa del crecimiento económico de ese país en los últimos meses en la que la tasa de paro está en 3.8% con posibilidad de que baje más, un crecimiento económico del orden del 2.2% del PIB, lo que ha llevado a sus autoridades monetarias y financieras a disminuir la adquisición de activos financieros, los cuales se encuentran en US$4.5 billones, incrementar los tipos de interés ante una inusitada alza de la tasa inflación.
Es por ello que el Federal Reserve Bank of New York mediante el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) decidió la semana pasada subir los tipos de interés un cuarto de punto hasta un rango objetivo del 1.75% y el 2%, medida que aumentará el costo del dinero tomado en préstamo.
Así también, influiría en el incremento de los tipos de interés del dinero interno a los fines de evitar una fuga de capitales hacia los Estados Unidos de Norteamérica, atraídos por el rendimiento atractivo que este alcanzaría.
El actual aumento de tasa de rendimiento en Estados Unidos de Norteamérica es la séptima subida de los tipos de interés a los fines de mantener estable el crecimiento que hoy se verifica en su economía.
Se espera que este año la Fed aumente los tipos de interés dos veces más, hasta alcanzar un rango de entre el 2.25% y el 2.50%, mientras proyecciones a largo plazo dan casi seguro que las tasas se colocarán para el 2020 entre el 3.25% y el 3.50%.
Ante ese panorama externo crece el temor en la nación dominicana de que para que uno se salve el otro se perjudique, ya que si bien es cierto que lo está sucediendo con la situación financiera y económica de manera positiva en los Estados Unidos debilite a la República Dominica como a otros países acreedores del coloso del norte ya que el aumentar los tipos de interés en esa nación debido a su bonanza incrementaría el costo del dinero para el país.
Conforme lo anterior se puede confirmar el dicho que expresa: “no hay felicidad completa”, pues ahora la deuda externa registrada en dólar se encarecerá lo que tendrá un efecto negativo en el crecimiento de la economía dominicana y por ende en las recaudaciones tributarias.
Otro efecto que produciría dicho aumento de tasas de interés en los Estados Unidos sería la presión que ejercería al Banco Central para que incremente la tasa de política monetaria lo cual provocará un aumento de los tipos de interés en los intermediarios financieros del país.
Aquí se verifica el dicho nueva vez que dice: que para que uno se salve el otro se tiene que perjudicar, esto así ya que un aumento de tasas a nivel interno haría más costosos los préstamos pero mejoraría el rendimiento de los fondos invertidos en los mercados de dinero, de divisas y en el de capital. De manera que lo que no se va en llantos se va en suspiros, por lo que es necesario seguir monitoreando el entorno externo del país en lo que tiene que ver con la economía y las finanzas internacionales.