RD sigue requiriendo cambios profundos para competir a nivel internacional

RD sigue requiriendo cambios profundos para competir a nivel internacional

El comercio ha sido una actividad fundamental para el crecimiento y desarrollo de los países desde hace siglos. Para países que, como República Dominicana, cuentan con mercados internos relativamente pequeños, el comercio internacional brinda grandes oportunidades de crecimiento y desarrollo económico. Durante los últimos siete años (2010-2017), las exportaciones dominicanas de bienes se han incrementado en un 48.5%. Sin embargo, solo representaron US$10,120 millones.

Las exportaciones de bienes y servicios representan importantes flujos de divisas e ingresos para la economía dominicana, y las actividades económicas que las originan también contribuyen a la creación de empleos en el país. Por lo cual, siempre es pertinente observar la evolución de las exportaciones de bienes dominicanos, y los niveles de competitividad de los mismos.

Para analizar el comportamiento de las exportaciones dominicanas, debemos dividirlas en dos grandes grupos con características diferentes. Estos grupos son: las exportaciones de zonas francas y las exportaciones nacionales. En adición, también es necesario dividir las exportaciones nacionales en dos grupos: las nacionales minerales y las nacionales no minerales (bienes agropecuarios e industriales).

Exportaciones de zonas francas, minerales y no minerales
Las exportaciones de zonas francas, que representan más de la mitad de las exportaciones de bienes del país, se han mantenido creciendo sostenidamente desde el año 2010. En los últimos siete años, se incrementaron un 35.8% o, en promedio, un 5.1% al año.

Como las zonas francas son, en sí mismas, un régimen especial con facilidades e incentivos fiscales de operación, sus exportaciones no dependen de los mismos factores de competitividad que afectan a los bienes producidos en República Dominicana.

Por otro lado, las exportaciones nacionales minerales se han triplicado desde el año 2012 al 2017 gracias a las exportaciones de oro del país. Sin embargo, al igual que las exportaciones de zonas francas, estas tampoco dan una idea sobre los niveles de competitividad de los productos dominicanos, ya que la producción local de oro y plata, que representa más del 87% de las exportaciones mineras, cuenta con concesiones especiales y un trato diferenciado frente a los demás sectores económicos del país.

Nos resta analizar las exportaciones nacionales no minerales, que agrupan a los bienes agropecuarios e industriales que se producen fuera de las zonas francas. Estas venían creciendo desde el año 2010, y alcanzaron un máximo de US$3,434.6 millones en el año 2012.

Entre los años 2012 y 2016, estas exportaciones se contrajeron de manera continua año tras año, y solo volvieron a crecer durante el año 2017, pero a penas regresaron a los niveles del año 2015.

El comportamiento de las exportaciones nacionales no minerales (de bienes agropecuarios e industriales) sí puede utilizarse para tener una idea de la competitividad de los productos elaborados en República Dominicana. Estas exportaciones, a diferencia de las zonas francas y la minería, son afectadas por los factores internos que inciden en la competitividad.

Las exportaciones nacionales no minerales, que representaron en el año 2017 el 26.3% de las exportaciones, se han reducido en un 22.6% desde el año 2012 al 2017.

Llama la atención que el principal producto de exportación industrial de República Dominicana durante el año 2017, excluyendo los bienes producidos en las zonas francas, fue el combustible para aeronaves, aportando el 20.9% de los US$2,185.9 millones que representaron las exportaciones nacionales industriales.

El combustible para aeronaves fue seguido por otros productos industriales como: azúcar y derivados (US$141.9 millones), productos de la industria química (US$123.7 millones), cemento gris (US$75.1 millones), envases plásticos (US$60.9 millones) y varillas de acero (US$53.8).

Conclusiones
Como es de esperarse, la pérdida de competitividad estaría reduciendo las exportaciones en aquellos sectores que son afectados directamente por los elevados costos de operar en República Dominicana. Este hecho está incidiendo negativamente en el comportamiento de las exportaciones totales, cuyo ritmo de crecimiento promedio anual no ha alcanzado el 2% en los últimos cinco años.

República Dominicana debe mejorar su competitividad, ya que, de mantenerse esta situación, se esperaría una menor entrada de divisas, generación de riquezas y empleos locales. Además, estaría penalizando la capacidad de competir con las importaciones desde el exterior.

Para corregir esta situación, República Dominicana debe adoptar cambios institucionales y reformas estructurales que reduzcan los costos de vivir y hacer negocios, a la vez que propicien un mejor ambiente para la inversión.

Además, deben aprovecharse los tratados de libre comercio que ya se han firmado (RD-CAFTA y EPA, por ejemplo), ya que permiten diversificar el destino de las exportaciones e incrementar la participación del país en los principales mercados mundiales. Solo así el país logrará generar mayores riquezas, desarrollo económico y mayores oportunidades de empleo productivo.